Originalmente construido en 640 d.C. durante el reinado de Songtsen Gampo, el Potala, un lugar sagrado del budismo, se eleva en el esplendor de rojo, blanco y oro por encima de la ciudad de Lhasa, predominando el paisaje y velando todos los aspectos de la vida local.
El Potala o templo de Lhasa es la máxima expresión de la arquitectura tibetana y residencia de los Dalái Lama desde que Lozang Gyatso lo fundara en el siglo XVII (año 1648) en Lhasa, la capital del Tíbet, hasta 1959.
El monumento se sitúa sobre la montaña llamada Hongshan, a una altura de 3.650 metros sobre el nivel del mar. Abarca un área de 410.000 metros cuadrados y tiene una superficie edificada de 130.000 metros cuadrados. Fue clasificado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1994.